
Os presentamos un artículo que viene a destacar principalmente la importancia del ciclo luz-oscuridad sobre las hormonas y éstas sobre el comportamiento de distintas variables fisiológicas de nuestro cuerpo:
Grasas, hidratos de carbono, proteínas
La elevación después de una comida de triglicéridos en sangre se ha visto más alta y más prolongada durante la noche que durante el día. Esta mayor respuesta en la fase nocturna (de descanso) en comparación con la fase activa (o diurna) se atribuye a una menor captación de ácidos grasos en los músculos y tejidos adiposos pardos.
La combustión o utilización de grasas durante ejercicio es mayor por la noche, mientras que los efectos más prolongados del ejercicio sobre la oxidación de grasas se observan antes del desayuno.
La tolerancia a la glucosa es más alta en la mañana que en la noche (esto quiere decir, una menor elevación sostenida en sangre). Y esto es porque en las células β pancreáticas, responsables de la secreción de insulina, un reloj circadiano controla la transcripción rítmica de los genes relacionados con la secreción de la misma.
En estudios con sujetos humanos, la comparación de la respuesta posprandial (después de hacer una comida) entre la mañana y la noche mediante metabolómica reveló que 16 aminoácidos (elementos que forman las proteínas) como la arginina y la leucina, se detectaron en niveles más altos en la sangre por la mañana que por la noche.
Ejercicio
Generalmente, el rendimiento atlético humano es bajo durante la mañana y su hora pico es al final de la tarde. Su variación está íntimamente relacionada con el cambio de temperatura corporal, que sufre una variación conforme avanza el día.
La fuerza muscular exhibe una variación diurna, donde es más baja en la mañana que en la noche. Esta variación diurna se reduce con 12 semanas de entrenamiento de fuerza por la mañana.
El ejercicio por la noche es mejor para inducir la hipertrofia muscular, mientras que por la mañana es mejor para prevenir la pérdida de masa muscular. Sin embargo, se espera que más estudios generen evidencia sólida y concluyente.
Tensión arterial
La presión arterial también exhibe un ritmo circadiano claro, con una presión arterial más baja durante la fase de descanso nocturno, aumentando alrededor del momento de despertarse y la más alta en la fase de actividad (cuando trabajamos o estamos activos).
Sigue existiendo la posibilidad de que el efecto reductor del ejercicio matutino sobre la presión arterial pueda estar enmascarado por el aumento circadiano de la presión arterial en la mañana.
Fuente: Aoyama S, Shibata S. Time-of-Day-Dependent Physiological Responses to Meal and Exercise. Front Nutr. 2020 Feb 28;7:18.
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