La participación en deportes organizados puede ayudar en el desarrollo de capacidades físicas, desarrollo de movimiento y habilidades académicas, También puede tener beneficios sociales positivos, que conducen a una mejor identidad personal.

Les enseña confianza

La determinación es clave para la vida. Los deportes enseñan a los niños cómo tener confianza al ponerlos en situaciones que requieren seguridad.

Les enseña la importancia de estar activos

Admitámoslo, la obesidad infantil es un problema. Tenemos que dejar que nuestros hijos aprendan a ser activos desde el principio. El deporte hace de esto un requisito imprescindible que los llevará a integrar unos hábitos durante el resto de su vida. Estar activo nunca es malo.

Les enseña cómo construir amistades

Muchos de los amigos de toda la vida son con los que practicamos deportes. Genera un vínculo común y eso lleva a relaciones profundas con personas que quizá no te habrías encontrado en otras circunstancias.

¿Qué te une a tus amigos? Os une la nostalgia (todas esas historias vuestras que os encantan) y os unen ciertas risas (de un tipo especial que, como un fractal, parecen contener todas las veces que os habéis reído juntos). Os une el orgullo de hacer tuyos sus éxitos; y conoceros muy bien sin pretenderlo. Pero sobre todo os une un compromiso. Os hicisteis amigos de niños y sin motivo.

(Kiko Llaneras – JotDown Magazine)

Les enseña responsabilidad

Los deportes requieren disciplina.

Les enseña resiliencia

Esto sólo se construye a partir de situaciones que requieren que falles. Fallarán 100 veces y volverán 101.

Les enseña a equilibrar la vida

Los deportes requieren que los niños aprendan a estar en clase, en el espacio de entrenamiento y en casa.

Les enseña a ganar y perder

Celebramos las victorias, aprendemos de las derrotas. Demos a los niños la misma oportunidad y observemos qué sucede.

Les enseña quiénes son

Los deportes pueden transformar y ayudar a conocerse mejor a sí mismos.

Les enseña a hacer sacrificios

La vida requiere sacrificios. Los deportes enseñan a los niños cómo sacrificar las comodidades temporales para lograr lo que quieren a largo plazo. Muchos adultos no saben cómo hacer eso en la sociedad actual.

Les enseña a ser competitivos

La competencia genera éxito. Los niños tienen que ganárselo todos los días en los deportes. Tendrán que hacer lo mismo en la vida como adultos.


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