La amenorrea atlética, el daño al sistema reproductivo y la depresión son comunes en las mujeres atletas, debido al aumento en los niveles de cortisol (hormona del estrés) por entrenar demasiado, no descansar suficiente o no alimentarse correctamente.

Estrés = Cortisol crónico =  apagado de las funciones de fertilidad y libido. 

Es importante enfocar el período de recuperación como una herramienta muy importante durante la temporada de entrenamientos. 

Dentro del ciclo menstrual distinguimos las siguientes fases principalmente.: 

  • Fase folicular: La fase folicular es la primera fase del ciclo menstrual de la mujer, en la que la hormona FSH (hormona folículo estimulante) y los estrógenos son las hormonas protagonistas. Se produce el desarrollo de varios folículos ováricos, aunque solo uno, el folículo dominante, llegará a completarlo. La fase folicular dura desde el inicio de la menstruación (inicio del ciclo menstrual) hasta que se produce la ovulación.
  • Fase lútea: el folículo vacío que ha quedado en el ovario tras la ovulación da lugar al cuerpo lúteo, que da nombre a esta fase. La fase lútea empieza una vez que ocurre la ovulación y se extiende hasta el momento en que se produce una nueva menstruación. El cuerpo lúteo comienza a secretar estrógeno y, principalmente, progesterona.
Característica Estrógeno Progesterona
Metabolismo óseo Ayuda a mantener la densidad ósea y prevenir la pérdida ósea. Contribuye a la densidad ósea y trabaja en conjunto con el estrógeno para mantener la salud ósea.
Metabolismo lipídico Contribuye a niveles saludables de colesterol y tiene efectos cardiovasculares protectores. Puede tener un efecto ligeramente elevador de los niveles de colesterol, pero equilibra algunos efectos cardiovasculares del estrógeno.
Metabolismo glucídico Puede mejorar la sensibilidad a la insulina y tener un impacto positivo en el metabolismo de la glucosa. Puede influir en la regulación de la glucosa y tener efectos sobre la sensibilidad a la insulina.
Almacenamiento de grasa Tiende a distribuir la grasa en áreas glúteas y femorales (forma de pera). Puede estimular el almacenamiento de grasa en áreas abdominales (forma de manzana).
Apetito y regulación del peso Puede influir en la regulación del apetito y el control del peso corporal. Puede tener efectos sobre el apetito y el equilibrio energético.
Termogénesis y gasto energético Puede aumentar la termogénesis y el gasto energético. Puede tener un efecto ligeramente sedante sobre el sistema nervioso y, por lo tanto, reducir el gasto energético en reposo.
Retención de líquidos y sodio Puede contribuir a la retención de líquidos y sodio. Contrarresta los efectos de retención de líquidos del estrógeno.

La fase folicular sería el mejor momento para practicar deportes con niveles altos de estrés e intensidad (cortisol alto), puesto que la tolerancia y uso de glucosa es mayor. Los niveles bajos de progesterona propician un ambiente algo más anabólico.

Pero incluso entonces, el aumento del estrés al que se enfrentan las mujeres hoy en día sobre su estrés de base (laboral, familiar, psicológico,…) puede hacer que incluso esta recomendación incline la balanza hacia marcadores de baja fertilidad. 

La fase lútea se destaca por tener niveles de progesterona más altos, dificultando más el anabolismo para proporcionar nutrientes a un posible bebé. En este período, fomentar el entrenamiento con pesos y un estrés de intensidad menor sería más interesante para prevenir pérdida de masa muscular. 

No hay una evidencia fuerte en que el ciclo menstrual pueda ser algo determinante, pero siempre es recomendable tener en cuenta algunos detalles y adaptarlos a la situación personal de cada deportista. 

Otras fuentes: reproduccionasistida.org