
Los medicamentos para bajar de peso y la obesidad lo han cambiado todo.
En primer lugar, estaban la semaglutida (Ozempic/Wegovy) y la tirzepatida (Mounjaro), que mostraron reducciones de peso del 15 al 20%. Estos medicamentos tuvieron tanto éxito que se espera que las ventas anuales sólo de Tirzepatida superen los 50 mil millones de dólares.
La capitalización de mercado de Novo Nordisk, fabricante de semaglutida, ha superado incluso el PIB de su país de origen, Dinamarca.
Ahora existen combinaciones de terapia triple que también modulan el glucagón. Estas terapias han demostrado reducciones de peso aún más impresionantes. Muchos pacientes perdieron el 24% de su peso corporal en menos de un año. Además de las reducciones de peso, múltiples parámetros de riesgo, que incluyen: circunferencia de la cintura, presión arterial, triglicéridos, LDL.
Una de las mayores críticas ha sido que los medicamentos para bajar de peso en realidad están engordando a las personas ¿Cómo es eso posible?
Todos los estudios hasta la fecha se han centrado principalmente en la pérdida total de peso corporal, pero ese total se compone tanto de masa grasa como de masa magra, que es principalmente músculo. Los niveles bajos de masa muscular están asociados con peores resultados de salud, por lo que si esto sucede, nos encontramos ante un suceso negativo.
Si se pierde más masa magra que grasa, aunque el peso corporal de una persona haya disminuido, es posible la relación del porcentaje de grasa corporal en realidad haya aumentado con respecto a la masa muscular. Por lo tanto, ¿es posible haber incluso haber engordado?
Un subestudio más pequeño del ensayo de semaglutida original analizó este problema mediante un análisis de la composición corporal mediante exploraciones DEXA (Yorg et al 2017). Estos pacientes perdieron 13,6Kg de los cuales 5,26Kg fueron masa magra, por lo que representan el 38%.
El entrenamiento de resistencia o la combinación de entrenamiento de resistencia y aeróbico conduce a la menor cantidad de pérdida de masa muscular magra. Quienes pierden menos masa magra suelen tener dos cosas en común:
- Llevan una dieta rica en proteínas.
- Continúan el entrenamiento de resistencia durante todo el tratamiento.
Como ocurre con cualquier invento nuevo, debemos ver estos medicamentos como herramientas y no como una panacea. Sin duda, si se puede lograr la reducción de peso utilizando únicamente medidas de estilo de vida, ese sería el resultado preferible.
Como dijo una vez Thomas Sowell: “No hay soluciones, sólo compensaciones”.
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