Muchos reconocen la importancia de la recuperación en el rendimiento, pero a menudo nos enfocamos demasiado en acciones activas para acelerar este proceso. 

La clave, en realidad, radica en identificar lo que no tengo que hacer para tener una recuperación más rápida. 

Desde este enfoque, no tendría por qué preocuparme constantemente sobre masajes musculares o de “descarga”, suplementos, electroestimulación, baños de agua fría,…. y permite que el cuerpo se recupere de manera natural al evitar otros factores estresantes.

Cada nueva técnica o método que va apareciendo o a la que optamos por hacer cualquier actividad tiene el efecto goloso de la novedad y el hacernos creer que somos más sofisticados. 

La estrategia más efectiva implica en el 90% de las ocasiones simplemente no hacer nada y permitir que el cuerpo se regenere mientras nos dedicamos a actividades placenteras, como las relaciones sociales, reconociendo que a veces, una cena con amigos puede ser más revitalizante que quedarse en casa con medias de compresión, siempre y cuando no se termine la noche en estado de embriaguez.

¿Tienes dudas de cómo gestionar todas estas estrategias en tu caso? ¡No dudes en consultarnos!

Basado en el hilo de twitter de @arjonamanu