Sientes fatiga mental, no por falta de energía, sino por agotamiento de los sistemas neuromoduladores, lo que afecta la motivación y la capacidad de esfuerzo.
Debido a que los humanos fueron seleccionados para ser físicamente activos en condiciones de energía limitadas, es un instinto no estar inclinado a participar en niveles sustanciales de actividad física a menos que sea necesario o gratificante.
Se ha demostrado que decir palabrotas o utilizar un lenguaje tabú con potencial ofensivo mejora el rendimiento físico durante tareas cortas e intensas que requieren el desarrollo de la fuerza y la potencia.
Dependiendo del contexto, estar en déficit calórico puede ser útil para perder grasa. Pero hay efectos colaterales que no tenemos en cuenta.
Las personas abordan el entrenamiento de la misma manera que lo hacen con todo lo demás: tratando de encontrar el protocolo óptimo.
El hambre y el inicio de la comida parecen ser más importantes en humanos y a menudo involucran señales o motivaciones no homeostáticas. Las características de restricción cognitiva, desinhibición y susceptibilidad al hambre, pueden afectar a la ingesta calórica