El pensamiento predominante parece ser "más es mejor". Uno de los problemas básicos es que los entrenadores a menudo prestan menos atención al otro lado del entrenamiento: la recuperación.
No se trata de pasos impresionantes. Se trata de acumular semana tras semana, mes tras mes, trabajo sólido y ordenado.
Es probable que algunos de nosotros nos sintamos identificados con una o dos de estas condiciones. Cuantos más ítems, más probable tener un problema obsesivo.
¿Qué condiciona el éxito o los resultados? En ocasiones, la frustración a la hora de no lograr resultados o que cuesta demasiado alcanzarlos es una merma que nos nubla con demasiada frecuencia.
La calidad de vida se ve obstaculizada por los efectos secundarios relacionados con el tratamiento, que afecta los contextos psicosociales y fisiológicos. Las dinámicas de actividad en grupo, en el punto de mira.
Hemos tenido siempre un dolor que vuelve, una lesión que reaparece y no nos deja correr, levantar o pedalear. Si el deporte es bueno, ¿qué hacemos mal?