
La mayoría de las personas no saben que la respiración bucal puede afectar a las reacciones de estrés y el estado de alerta del cuerpo.
Investigadores de la Universidad de Corea realizaron un estudio sobre la respiración bucal. Descubrieron que las personas que respiraban por la boca pueden experimentar una disminución de la función cerebral (Jung JY, Kang CK, 2021).
Alrededor del 50-60% de las personas tienen tendencia a respirar por la boca. Respirar por la boca puede situarnos en un estado ficticio de «lucha o huida».
Por un lado, las consecuencias que se derivan de una respiración nasal son:
- 10%-20% más de captación de oxígeno.
- Humidifica y calienta el aire.
- Filtración de organismos y bacterias.
- Activa el sistema parasimpático, conductor de la relajación y la calma (aquí te explicamos qué es). Por eso en meditación y otras disciplinas se utiliza la respiración profunda nasal.
- Ayuda al sistema inmunológico por el punto anterior.
- Ralentiza la respiración, también relacionado con el sistema parasimpático.
Por otro lado, algunas consecuencias derivadas de la respiración por la boca de forma continuada y fuera de un contexto de ejercicio o estrés puntual:
- Respiración torácica, que provoca una activación del sistema simpático (estrés, lucha, huida).
- Boca seca, acidificación de la misma, potencial de alteraciones en la salud bucodental.
- Incremento del riesgo de ronquidos y apneas del sueño.
La respiración por la boca mientras estamos despiertos puede tener sentido en algunos contextos, como deporte o estrés. De hecho es una reacción natural misma del cuerpo para aumentar la captación de aire activando la musculatura accesoria respiratoria (tórax, escalenos,…).
Es interesante educarse en una respiración nasal fuera de estos entornos para no enviar señales confusas a nuestro cerebro. Dos formas de empezar a respirar por la nariz:
Nº1: Empezar con conciencia.
Cada vez que te encuentres respirando por la boca, vuelve a respirar por la nariz.
Nº2: Cinta adhesiva en la boca mientras estés despierto (sí, lo que lees).
Cinta adhesiva en la boca cuando estés en tu escritorio trabajando o leyendo. La cinta bucal nos obliga a empezar a respirar por la nariz y el momento más seguro para hacerlo es cuando estás despierto.
Se ha visto por redes sociales a gente (algunos famosos como el futbolista Erling Haaland) poniéndose la cinta en la boca para dormir y fomentar la respiración por la nariz. Esto puede ser incorrecto por dos motivos:
- Durmiendo no se es consciente, si el organismo activa la respiración bucal es porque lo necesita o no es capaz de mantenerse bien oxigenado con la respiración nasal únicamente (mucosidad, congestión, paladar blando-ronquidos,…).
- Si te la pones y eres capaz de dormir sin problemas, probablemente ya tengas una buena respiración nasal y ya de por sí la utilices. La cinta no añadiría nada nuevo a una boca que probablemente tengas cerrada.
Si no estás acostumbrado a respirar por la nariz te resultará difícil al principio, pero es un excelente método para situar al cuerpo en su contexto.
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